Pronto llegaremos al río con la guía de ¨el capitán¨ nuestro compañero local de excusión. Si tienes ya habilidad de remar, perfecto. Si no, tampoco es desastre porque el compañero étnico está encantado de enseñártelo.
Encima el cielo azul, bajo las aguas cristalinas brilladas por los rayos que al final el sol perezoso les ha dejado salir, a los dos lados los acantilados como los rascacielos gigantes, un bote flota tranquilamente con el viento. La escena aparece como una pintura de paisaje de Van Gogh. Ahora nos hace falta una cámara mágica que es capaz de captar tanto la panorama, las emociones como el susurro de los remos que suavemente chocan con el agua.
Remar, nadar, volver a remar, almorzar, observar las cuervas, relajarnos...hacemos lo que nos de la gana. La ruta de loop de Ha Giang en bote hoy simplemente nos da espacio para intergrarnos 100% a la frescura y pureza de Ha Giang. No nos obliga a esforzar a llegar rapidamente a los destinos, ni nos hace sudar tanto. No tienes que preocuparte por buscar qué hacer en Ha Giang porque muchas veces en medio de la hermosa naturaleza, déjarte llevar es la mejor manera de despertar todos los sentimientos.
