Decimos que son únicos porque no van a poder verlos en otro lugar del mundo, solo están aquí y ustedes serán parte de esta maravilla.
No son simples piedras colocadas en un lugar, es el ingenio de los camboyanos de hace más de 600 años que pudieron construir un lugar tan bonito y en el que sigue en pie después del tiempo, la naturaleza y los ladrones. Por la mañana temprano les llevaremos a visitar los templos de Angkor, entre los que destacan otros templos más pequeños pero famosos.
Famosos ya que quizás si le decimos Ta Prohm no lo conocerán, pero si decimos que son los templos que aparecieron en las películas de Tom Raider estamos seguros de que les vendrá la imagen a la mente.
Por supuesto, para continuar con el viaje y estar siempre al cien por cien, tomarán un almuerzo con platos y sabores de la zona al más puro estilo camboyano.
Debido a la vegetación de la selva hay que subir a lo alto de cada uno para darnos cuenta de que no solo se encuentran estos templos, la vista nos alcanzará a ver por ejemplo Angkor Thom. Un gran conjunto mandado a construir por los reyes para poder rezar a sus dioses en los que tiene el título como el complejo religioso más grande del mundo gracias a los templos de Bayon y Baphuon.
No solo este título, es que está considerado por muchos como una de las siete maravillas del mundo moderno. Angkor Wat simplemente nos deja con la boca abierta sin poder salirnos las palabras.
Las vistas son preciosas desde las terrazas de los elefantes y la terraza del rey leproso en la que todo el mundo que llega toma un pequeño respiro para admirar lo que fueron capaces de construir hace siglos.
Pero las mejores vistas van a ser al ver el atardecer desde lo alto del Templo Pre Rup en la que hasta se ven las torres de todos los templos que han visitado por el día.
Para que el día sea completo no hay mejor manera que terminarlo en su hotel para un gran descanso y continuar al día siguiente explorando más rincones en Camboya.
